Dentro del marco nacional, la televisión ha actuado a modo de calco de las claves culturales y políticas españolas, desde la dictadura hasta la transición. Es por ello, que haciendo una lectura sobre el contenido de este medio desde su incorporación en los hogares españoles hasta hoy, contemplamos una evolución del mismo que trasciende al contexto socio político.
La televisión aparece en España en el año 1956 como un servicio público enfocado al entretenimiento de tinte propagandístico caracterizado por una gran limitación creativa y homogeneidad de contenido. La televisión franquista, desde su origen hasta los 60' vino marcada por el centralismo absoluto y la autarquía. Tras la llamada "época de Fraga" a partir de los 60, se crean una serie de programas aleccionadores — entre los que destaca "Crónicas de un pueblo"—que pretenden servir los intereses de quieres planteaban ya un futuro de "franquismo sin Franco".
Tras la muerte de Franco, España experimenta un proceso de contradicciones y nuevas experiencias que abren un mundo de oportunidades para los jóvenes —y no tan jóvenes— creadores. Con la llegada de la transición, la televisión adoptó un papel liberador de la represión creativa dentro del medio comunicativo en general y musical en particular. Programas como "Un día es un día" con su emisión diaria de desnudos o "Tribunal Popular", donde personajes tan relevantes como Gustavo Bueno debatían enérgicamente sobre la existencia de Dios, son claros ejemplos de los nuevos horizontes temáticos que abordó la televisión en los 80.
Pero como hemos dicho, fue el ámbito musical el que más se vio favorecido de ésta nueva difusión desinhibida de contenido. Programas como "Popgrama" o "Aplauso" lanzaron a la fama a gran cantidad cantidad de artistas, que con sus looks rompedores y la temática de sus canciones trajeron consigo autenticas revoluciones culturales. Algunos casos sobre este tema se hicieron especialmente paradigmáticos como lo son la aparición de Miguel Bosé en falda en el programa dedicado al mundo del disco de la cuarta etapa de «Un, dos, tres...» o la del grupo "Vulpess" con su canción "me gusta ser una zorra".
Por otro lado, vinculado al marco socio-político ciertos acontecimientos provenientes de la propia ficción televisiva o retransmitidos por el medio causaron un impacto cultural que ya forman parte de la historia contemporánea española. Entre ellos destacan la muerte Chanquete, el personaje de la serie "Verano Azul" que supuso una conmoción en los más pequeños que lo vivieron como la perdida del padre o abuelo ficcional que salía de ese aparato cuadrado que acompañaba a tantas y tantas familias a lo largo del día — cabe destacar que había una media de tres horas de consumo televisivo en aquella época e incluso se vio conveniente la emisión de anuncios que advertían sobre el peligro del exceso de televisión en los más pequeños —.
Ligado al marco socio-político, el acontecimiento tal vez más imprescindible que elevó la TVE al plano internacional fue el Golpe de estado del 23 de febrero de 1981, donde la televisión tuvo gran papel actuando como medio de unión entre lo que estaba aconteciendo dentro del congreso y las casas de los españoles.
En definitiva, una década de jóvenes, de creadores, de contrastes, de colores y de ingenio. Una década donde el humor transgresor y el contenido desinhibido eran la tónica. Una década donde, el fin de la censura, trajo un abanico de posibilidades que la televisión supo condensar en programas que ya forman parte de la historia de España.
08/02/2019 Alejandro Ruiz Ruano
Impecable post, Alejandro, muy bien redactado y con oportunas referencias textuales e icónicas a la etapa que has comentado. Conviene, no obstante que poco a poco te atrevas a introducir puntos de vista personales, aportaciones valorativas adecuadamente razonadas que otorguen a tus publicaciones un valor añadido y diferencial. Recuerda que los títulos de los programas deben ir en letra cursiva, y que resulta útil incluir algún enlace a destinos virtuales que ayuden a completar tu publicación. 2'5/3